"HOY SÉ...
CON EL TIEMPO"
Todo lo que en la vida se vive pensando que se puede mejorar, experimentando cosas y situaciones con la exigencia de que no nos lleguemos a equivocar, angustia constante para, lo mejor entregar.
¡Los hijos son el reflejo de los padres!
Como hijos la crítica constante, lo que no nos gusta de ellos, lo que no podemos soportar y juramos que no repetiremos cuando pase el tiempo, reproches y resentimientos por todo aquello que no nos dieron y lo que sÍ recibimos… siempre pudo ser mejor o por más tiempo.
Momentos en los que en la adolescencia nos sentimos incomprendidos y buscamos la manera de salir de nuestra casa y visitar otra que deseamos y admiramos más que la nuestra por alguna extraña razón, aunque la amiga o amigo se queje de la suya igual que nosotros lo hacíamos, pero así seguíamos y seguíamos con esta búsqueda de sentir que al criticar a profundidad, encontraríamos como arreglar el mundo con todas las teorías que nos dan a nosotros la razón y todos aquellos adultos inflexibles, cerrados y absurdos están equivocados.
Hoy que soy mamá, me doy cuenta el esfuerzo que es dar todo con la esperanza que sea lo mejor para ellos, el cómo mis momentos de tristeza hacen que pierda el ánimo para jugar y reír con ellos, de cómo el cansancio por trabajar con la intención de que no les falte nada hace que les falte tiempo de convivencia, que colocar límites para evitar que se pongan en peligro o con la intención de proteger sus mentes les hace enojar con la creencia de que es por maldad o por capricho de que no pasen un momento agradable, que mi forma de guiar, para evitarles lo que a mí me causo daño, les parece incomodo o invasivo.
HOY COMPRENDO MEJOR A MI MADRE
HOY SÉ…
- Que hizo con lo que tenía de vida y con lo que conocía, lo mejor para mí.
- Que cada “NO” de un permiso, fue por protegerme.
- Que cada grito fue por desesperación o tal vez por cansancio.
- El esfuerzo que le llevó cada comida que me preparó.
- Que salía a trabajar para que no nos faltara nada, no porque no le importara dejarme sola.
- Que le dolía más que a mí el que yo me quedara llorando cuando tenía que salir.

HOY ENTIENDO…
- Los celos que tenía que aguantar cuando sentía que nosotros, sus hijos, queríamos más a la abuela que era la que nos cuidaba.
- La gran culpa que debió sentir cuando nos corregía y regañaba.
- La sensación que seguro le quedaba, cuando a pesar de todo su cansancio, esfuerzo y trabajo, sentía que podíamos estar mejor y sólo poder ver, lo que nos hacía falta.
- Sé la gran responsabilidad que debió de sentir, por mis momentos de dolor, aunque las malas decisiones, las haya tomado YO sin consultarle, como la gran carga de que no pudo hacerme entender las cosas antes.
HOY SÉ TODO LO QUE MI MAMÁ HACÍA POR MÍ, CON EL AMOR QUE TENÍA
Hoy que me toca pasar el mismo proceso que marca la evolución y el tiempo, repaso mis recuerdos y me sorprendo de que LOS LÍMITES QUE EN EL PASADO ME HICIERON ENOJAR, SON LAS MÁS GRANDES HERRAMIENTAS QUE TENGO PARA PODER GUIAR A LOS MÍOS.