En la visión de...
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que tú permitas que yo te grite

Por: César Corona
Los seres humanos hemos desarrollado, a través de nuestra voz, códigos de autoridad y de accesibilidad. Estos códigos nos permiten transmitirle al mundo un mensaje sobre lo que queremos decir de una forma más efectiva.
Cada persona tiene un tono particular de voz, un ritmo y un volumen distinto. Existen voces muy graves y otras muy agudas, tonos de voz muy bajos y otros muy altos, tonos muy dulce y otros muy imponentes, pero hay códigos que son universales. Por ejemplo, cuando una persona habla muy bajito en tono de secreto todos comprendemos que lo que quiere decir es privado e importante, de la misma forma que cuando alguien grita, todos podemos comprender que busca una cierta autoridad e imposición a través de su voz.
El grito se usa para llamar la atención, para gritar ideas que sentimos que no son escuchadas o para transmitirle al otro una imposición y una toma de poder sobre él o ella.
Cuando alguien te grita, generalmente te sientes intimidado y vulnerable, ya que el otro está tomando un rango mucho mayor al tuyo. Cuando una persona se siente intimidada o insegura, generalmente recurre a técnicas de autoridad, con la voz fuerte, gritos, movimientos bruscos y golpeados con las manos. De esta forma, se altera el orden y se pone en una postura de autoridad y poder, en donde "aplasta" a los demás, así que generalmente pueden pasar dos cosas: la primera opción es que te quedes callado o callada y te vuelves vulnerable ante la agresión del otro y la segunda opción es que grites igual que la otra persona y así comenzará un pleito.
Nadie tiene derecho a gritarte porque el grito es naturalmente agresivo, así que aunque no existan golpes ni jaloneos, el simple hecho de que alguien te grite te pone en una situación vulnerable y frágil.
El grito puede expresar un dolor muy profundo, indignación o una protesta, pero generalmente quien más grita es quien menos escuchado se siente.
Lo mejor para dialogar con alguien es aprender a ser asertivo, esto significa que encuentras un lugar y un momento adecuado para decir lo que piensas y sientes.
Existe una herramienta de comunicación que se llama comunicación no violenta, es muy sencilla y consta de tres pasos:
- El primero... es expresar con un tono de voz tranquilo cuál es tu sentimiento.
- Segundo... explícale a la persona qué fue lo que te hizo sentir con la actitud que tomó, ya que hablar de actitudes permite que la otra persona se sienta mucho menos juzgada que si hablaras de su persona directamente y…
- Tercero... hazle una propuesta, esto significa que hagas una petición clara y concisa sobre lo que te haría sentir mejor si algo similar volviera a ocurrir, por ejemplo mi petición será que:

- "La próxima vez que vayamos a comer escuches también de qué tengo ganas yo y, no solamente tomes tú la decisión de lo que comeremos".
- "La próxima vez que salgamos juntos me preguntes si estoy de acuerdo en que invites a alguien más a salir con nosotros".
Esta herramienta de comunicación no violenta te será muy útil si la pones en práctica. Recuerda aprender a dialogar de forma asertiva y que no se te olvide que amorNOes... que te griten, como tampoco lo es, que tú le grites a otra persona.
No estás sola(o), hay un equipo de terapeutas que estamos a tu disposición cuando lo necesites, déjanos tus dudas o comentarios que a la brevedad te daremos respuesta.
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que tú permitas que yo te grite
Cuando los niños crecen en un hogar armonioso, son atendidos y cobijados amorosamente por sus padres; pueden hacer alguna travesura, romper un objeto, hacer berrinches, reprobar algún exámen, en lugar de gritarles se les explica y ayuda, estos niños se desarrollan seguros de sÍ mismos, sanos física y emocionalmente.
Cuando se crece en un hogar donde sólo existen gritos para poner límites o para comunicarse, los hijos crecen inseguros, estresados, nerviosos, existen problemas de conducta en la casa, en la escuela, son niños depresivos, rebeldes, ansiosos, con problemas de salud, socialmente son mal vistos; niños que aprenden a gritar para que les presten atención, algunos son callados, sumisos y dejan que les griten.

Sé que no existen padres perfectos y hay que tener paciencia con los hijos. A veces los padres están agotados, cansados, nerviosos, llevan una vida bastante estresante o simplemente cuando eran pequeños también les gritaban; algunos creen, que la única opción es gritar o humillar, para que los niños obedezcan. “Gritar no significa educar”
Por lo general estos niños cuando son adultos y tienen una pareja, uno grita, humilla, amenaza, somete, ¿por qué?, porque sólo así aprendió a comunicarse para que le prestaran atención, el otro se deja por miedo al abandono, a la soledad. Los dos crecieron en un entorno violento, son inseguros y eso… amorNOes.
Como personas debemos empezar a aprender a amarnos, respetarnos, valorarnos, enfrentarnos a nosotros mismos. Nadie nos va a solucionar nada, ni a resolver nuestros problemas, sólo nosotros tenemos el poder para hacerlo, tomando las riendas de nuestra vida. Somos seres responsables, inteligentes e individuales y no dependemos de nadie para ser felices.
Recuerdo que cuando me iba a casar, mi padre me dijo:
"En una relación debe existir amor, fidelidad, compromiso, honestidad y respeto mutuo, si una se pierde, se perdió todo”.
“Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos”
Jardiel Poncela, Enrique.
“Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros”
Hesse, Hermann.
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que tú permitas que yo te grite
Una de las agresiones más fuertes que, comúnmente, se dan en la pareja es el escuchar gritos del otro.
Probablemente desde la casa de los padres se hizo costumbre la forma de relacionarse a gritos, por lo que se cree que es algo muy común, pero no porque sea frecuente es natural.
Con el tiempo y la confianza las relaciones se van desgastando y posiblemente se empiezan a relacionar las parejas hablando muy fuerte y, una respuesta muy común es “pues si así es él, es de carácter fuerte”.
Te puedes haber equivocado y haber hecho algo mal, pero eso no justifica de ninguna manera el que el otro te grite.
Tu naciste para ser amado… no para ser esclavo, amar es un acto de felicidad, no de sufrimiento, “quien bien te quiere, te hará reír”. Si te han de hablar que sea con amor.
Puedes decirle que si te grita no lo (a) escuchas, que si te habla tranquilo y bien, lo vas a entender mucho mejor.
No te confundas, tener carácter fuerte no significa gritar o controlar a los otros, por lo que no tienes por qué tolerarlo.
El que te griten es un abuso emocional difícil de identificar, porque no deja huellas físicas pero sí heridas sin cicatrizar que te afectan.
No excuses al maltratador y te eches la culpa o pienses que mereces ser maltratada.
El abuso emocional deja huella en ti porque pierdes tu integridad, cambia tu personalidad y te baja la autoestima.

No es necesario siempre tomarte las cosas personalmente, trata de identificar si quizás en el pasado no tuviste buen trato y es por eso que todo lo que te dicen te ofende o te lo tomas personal.
Y sobre todo que estés consciente que amorNOes justificar y tolerar el maltrato de otro.
Recuerda que no estás sola(o), hay un equipo de terapeutas que estamos a tu disposición cuando lo necesites, déjanos tus dudas o comentarios que a la brevedad te daremos respuesta.