La navidad es una fiesta en la que se piensa y vive regularmente en familia, un tiempo de reunión y enfrentamiento de ausencias, así como de resentimientos y tal vez socialmente nos sentimos obligados a reparar relaciones que se encontraban fracturadas.

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Tal parecería que todo se magnifica, la soledad, la ausencia, el enojo, la incomodidad, el amor y los anhelos. El aire huele a expectativas y emotividad, pero si recordamos la raíz de esta fecha, tendremos la claridad para festejar el nacimiento de un Ser, que nos enseñó lo que significa la Fe, tener la certeza de la existencia de Dios el creador de todo, el inicio de sus enseñanzas.

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Jesús marca en la historia la transformación de la consciencia y el motivo de la búsqueda de la espiritualidad, para poder amarnos los unos a los otros, el recordatorio del poder de la mente para dudar y negar la presencia de lo divino, la esperanza y en momentos desafortunados, el sentirnos por Dios traicionados y olvidados, pero también la enseñanza del silencio, la oración para poder levantarnos.

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Esta Navidad, te invito a realizar un protocolo de conexión, tú prendiendo una vela en este día que sería el cumpleaños de Jesús.

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MATERIAL

Vela blanca

Hoja

Lápiz o pluma

Plato de ceramica Hondo

Agua

FE Y DISPOSICIÓN DE TIEMPO PARA DARTE, LA OPORTUNIDAD DE PLATICAR CON JESÚS

 

PASOS

1) En tu hoja blanca, comienza felicitando a Jesús en su cumpleaños, escribe lo que para ti significa su nacimiento en tu vida, agradece que gracias a él, conociste una visión de Dios amorosa, comprensiva, protectora y que es maravilloso saber que son  hermanos y es más grande aún, el que tu y él tengan el mismo Padre. dale infinitas gracias porque en la narración de su vida te mostró lo que los hombres podemos hacer, cuando actuamos carentes de amor y esto nos hace no pensar en el dolor del otro, nos hace creer que es más importante nuestra comodidad por lo que tomamos lo de los demás, cuando dejamos de ser agradecidos con la tierra y la contaminamos, talamos de manera desmedida, cuando olvidamos que cada manifestación de vida, animales, naturaleza, tierra, agua, aire, proviene de la misma energía, la energía de Dios el creador de todo y por ello proviene de tu misma sangre, de tu mismo linaje, de tu misma energía, que todo te pertenece y a todo le perteneces.

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Dale las gracias porque gracias a Él ahora eres consciente y responsable, porque aprendiste a no flaquear en los momentos difíciles y que cuando dudas, pues más rezarás y harás todo lo necesario por levantarte en los momentos de adversidad, que le gritarás pidiendo su mano y su fuerza para continuar.

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Dale las gracias porque te enseñó la historia antes y después de Él (a. C. - d. C.), para que no cometas los mismos errores, la ambición  y cada uno de los actos carentes de respeto, de virtud y de amor.

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Firma tu carta con un continuará cada día y hasta el próximo año, porque juntos seguirán escribiendo la historia de la humanidad.

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2) Dobla tu carta y colócala debajo del plato hondo de cerámica

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3) Coloca la vela dentro y pon agua en el plato.

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4) Prende la vela y lee de nuevo lo que escribiste para que te quede claro.