DEPENDENCIA MENTAL
Los Ángeles dicen que la dependencia mental, es esa necesidad de controlar desde sentirte necesitado, de qué manera damos y entregamos, sin importar si algo de nosotros sacrificamos. Anteponerte a las necesidades de los demás, con la creencia de salvar o rescatar, condicionando y esperando que los demás actúen como nosotros lo esperamos. Este estado corresponde a la base de tus creencias sociales, familiares, morales o religiosas.
Mucho pensamiento y justificación, tan sólo actividad mental, quedando poca energía para el actuar.
Este estado genera la creencia de víctima, “tanto que doy sin recibir nada”. No es que así pase en realidad, se recibe, pero no de la manera esperada. Todas y cada una de nuestras expectativas son inventadas por nuestros vacíos y apegos, desde nuestro espíritu que es nuestra parte perfectible. Esa creencia de que todo el control se tiene desde el momento en el que lo podemos criticar y corregir; tal vez sea justo aquí el momento, en el que buscamos que el otro sea tan culpable y por supuesto nosotros tan sacrificados, que nos apoderamos de un papel de madres, padres o maestros queriendo enseñar al otro todo lo que puede cambiar y corregir.
Nota muy importante:
Los Ángeles dicen: Cambio yo por dentro y el entorno se modifica.
Todo aquello que cambias realmente por dentro hace que tu lenguaje, movimiento y pensamiento sea entregado al mundo de una manera diferente a como lo hacías anteriormente. Por consecuencia, esto hace que las personas y, el mundo en general, tengan que reaccionar y adaptarse a una manera no conocida y puedan despertar otra forma de convivencia.
El inicio de todas nuestras creencias fue implantado desde que estábamos en el vientre de nuestra madre. Los Ángeles dicen que “en nuestro libre albedrío escogemos qué día nacemos, cómo nos llamamos y quiénes son nuestros padres; que no los escogemos por sus virtudes, sino por cada una de sus debilidades y defectos que nos permiten cumplir con nuestra misión de vida".
Los Ángeles dicen que… “en realidad el cerebro no piensa como tal, tan sólo acumula información utilizando los cinco sentidos".
Cuando el sentido de la vista se inhibe y el sonido actúa, el cerebro registra una frecuencia y busca una relación encontrando un recuerdo, estos chips de información los generamos y acumulamos en los primeros siete años de vida. Relacionamos una acción con una reacción y por consecuencia, asumimos un comportamiento y repetimos un patrón familiar, cual si fuera una lealtad o una tradición familiar”.
Ejemplos:
¿De qué manera mi madre enfrenta el miedo?
Tal vez aparenta que no pasa nada y cambia el tema. ¿Cuántas veces te has sorprendido en situaciones que te incomodan y te causan inseguridad y en automático llevas la atención hacia otro lugar?
¿De qué manera mi padre enfrenta la tristeza?
La última vez que lo vi estaba tan triste o enojado que se fue de la casa. Ahora yo me sorprendo que en mis peores momentos de tristeza no sé identificar que es más fuerte, si el enojo o la melancolía, sólo siento la gran necesidad de salir corriendo y alejarme, porque no logro poder aclararme.