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"Relaciones contaminantes"

Me respeto y respeto a los que me acompañan

Envidioso

Dialogando I

amorNOes

“¡Denunciar, es necesario denunciar!  Me he propuesto en la vida hacer una denuncia a los cuatro vientos que no se vale lo que pasa en el mundo.  La terrible realidad de que hay gente que tiene de sobra y otros que no tienen ni en que caerse muerto…¡no se vale!.  Y parece que nadie se da cuenta es por eso que mi trabajo es la denuncia”.

 

“Bien, muy bien y ¿cómo te sientes cuando haces denuncias?”

 

“Bien muy bien, alguien tiene que hacerlo.  Soy una persona especial, que se sale del camino trillado, alguien que se ha dado cuenta que tiene los ojos abiertos para ver la cantidad de personas que tienen lo que no merecen mientras otras muchas no cuentan con lo necesario.  Personas cercanas a mí, amistades y familiares que conozco sus vidas y que estoy segura que lo que tienen no lo merecen. 

 

Espero que un día pierdan lo que tienen para que por fin se den cuenta que sus pertenencias de nada les servían.

 

“¿Por qué estás tan segura que no lo merecen?”

 

“No se lo merecen porque ellos tuvieron la oportunidad de estudiar y los miserables no la tuvieron.  Si las oportunidades hubieran sido parejas ya quisiera ver a los ricachones amasando sus fortunas con tanta facilidad.”

 

“Yo sólo sé que hay que poner un alto para que las cosas cambien en futuras generaciones.  Yo le pido a mi esposo que trabaje más, que su trabajo rinda más dinero, que no podemos pasar ante nuestras amistades, todo el tiempo, como los más jodidos, pero él no hace el menor caso.  Tiene sangre de atole, no le da vergüenza, parece que no tiene ojos para mirar la realidad.  Se ve hasta feliz el pobre”.

“Según me dices es feliz, no sufre pena por ser quién es… ¿no es una posición envidiable?

 

“¿Envidia?”.  Envidiarle a él su modo de ser, ¡para nada!”  La envidia no la conozco, no desperdicio mi tiempo en ella.  Mi misión es no  permanecer callada, el mundo está dormido. Mi inteligencia, mi sentido común, todo lo que sé me exige que denuncie lo que yo puedo ver.  Vivo en un mundo cegado por la ambición.  Cuando estoy conviviendo con nuestras amistades ricachonas me doy cuenta inmediatamente de lo hueco de su cerebro.  Sólo hablan de conciertos, museos, de la belleza de las playas en el Caribe, de la delicia de la comida francesa… bla, bla, bla, nada de sustancia.   Yo no sé ni que cara poner pero por dentro estoy que me quemo.  Eso sí, mi marido feliz escuchándolos”.

“Tu esposo feliz, conviviendo… ¿no envidias su conducta, el gusto por su vida?”

 

“No insistas con eso de la envidia-  ¿Cómo voy a envidiar a una persona tan irresponsable?  No hace nada por tener más dinero, para también presumir.  Él, además de flojo es irresponsable porque no denuncia esta situación tan intolerante.  Parece que todo lo que le digo día y noche para que se mueva, por una oreja le entra y por la otra le sale.  No saco de su boca ni una palabra y ni me mira cuando le estoy diciendo estas cosas”.

amorNOes

“Tu esposo distraído de lo que le dices una y otra vez… ¿cuál será su límite antes de que te conteste?”

 

“Eso es lo que quiero, que me conteste para así marcar la diferencia entre nosotros; él, mediocre, ciego e irresponsable con la sociedad y yo totalmente comprometida y despierta, denunciando que no hay justicia”.

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